En nuestras cámaras hay diferentes tipos de medición de luz de la escena, no existe un valor EV que pueda englobar toda una escena para que esta quede perfectamente expuesta, por lo que necesitamos distintos modos de medición que se acomoden a las distintas posibilidades que podemos encontrarnos.
Medición Evaluativa
Este es el sistema de medición más común, ya que tiene en cuenta toda la escena y suele ser bastante fiable.
Lo que nuestra cámara está haciendo es dividir la escena en muchos pedacitos, y en cada uno de ellos calculará el valor EV que le corresponda. El procesador calculará una media de todos esos valores EV medidos.
Aunque cuando nos encontramos en situaciones extremas (imágenes con gran contraste, un paisaje con el cielo mucho más brillante que el suelo) donde el rango dinámico de nuestro sensor es incapaz de registrar todo el contraste, la cámara es incapaz de conocer nuestras preferencias, y no sabrá cual es la zona que queremos sacrificar, las altas o bajas luces.
Medición Parcial
En este caso de medición, el fotómetro de la cámara sólo realiza la medición sobre una porción de la escena, ignorando todo lo demás. En este modo, calculará el valor EV teniendo en cuenta una porción (que variará en función de la cámara) situada en el centro de la imagen.
Es una técnica muy útil cuando nos encontramos en situaciones de alto contraste, ya que nos permite realizar la medición sobre la zona que nos interesa.
Medición Puntual
La medición puntual y la medición parcial comparten ciertas similitudes, como medir una zona concreta de la escena discriminando toda la demás. La principal diferencia es el área medida, éste área es muy inferior. Por lo que podremos medir en zonas muy concretas de la imagen, lo que nos permite calcular con bastante exactitud valores EV de distintas zonas de nuestra escena, pudiendo establecer el valor EV que nuestra experiencia nos recomiende. En este caso la medición puntual la he situado en la lámpara, por lo tanto por la diferencia de luz, el resto de la escena sale oscura.